En el presente informe, encargado por el Consejo de Derechos Humanos en su resolución 42/15, la Alta Comisionada analiza cómo el uso generalizado de la inteligencia artificial por parte de los Estados y las empresas, en particular en la elaboración de perfiles, la adopción automatizada de decisiones y las tecnologías de aprendizaje automático, afecta al disfrute del derecho a la privacidad y los derechos conexos. Tras presentar un panorama general del marco jurídico internacional, la Alta Comisionada destaca los aspectos de la inteligencia artificial que facilitan la injerencia en la vida privada y ofrece ejemplos de sus efectos en el derecho a la privacidad y los derechos conexos en cuatro sectores clave. A continuación, la Alta Comisionada examina varios enfoques para abordar los desafíos que se plantean y formula un conjunto de recomendaciones para los Estados y las empresas en relación con el diseño y la aplicación de salvaguardias con el objetivo de prevenir y reducir al mínimo los resultados negativos y facilitar el pleno disfrute de los beneficios que puede proporcionar la inteligencia artificial.