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Luchar por el cambio: Un mundo sin racismo

20 marzo 2025

Un collage de fotos en forma de ola.

El Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, que se celebra todos los años el 21 de marzo, señala un momento concreto para reflexionar sobre la lucha continua contra el racismo sistémico, la discriminación y la exclusión racial.   Este año, el mundo celebra el 60º aniversario de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (ICERD, según sus siglas en inglés), un tratado que sigue siendo fundamental a la hora de diseñar legislaciones, políticas y otras medidas para combatir el racismo a nivel global.  

«La lucha contra el racismo se sitúa en el centro del trabajo que lleva a cabo Derechos Humanos de las Naciones Unidas,» aseguró Sara Hamood, Jefa de la Sección de Lucha contra la Discriminación Racial en Derechos Humanos de las Naciones Unidas.  «Nosotros y nosotras colaboramos con Estados, la sociedad civil y otros interesados con el fin de presionar para la implantación de medidas más contundentes contra el racismo y que puedan producir un cambio transformador.»

No obstante, a la vez que se han conseguido avances considerables en los últimos sesenta años, las desigualdades raciales siguen presentes, afectando a las vidas de numerosas personas que viven por todo el planeta, advirtió ella.

Las repercusiones de la discriminación racial

Sanela Bešić e Irma Velásquez Nimatuj nacieron dentro de comunidades que han tenido que lidiar durante mucho tiempo con el racismo estructural e institucional, Bešić como mujer romaní en Bosnia y Herzegovina, y Velásquez Nimatuj como mujer maya K´iche´ en Guatemala.

Aunque las circunstancias de Bešić y Velásquez Nimatuj eran completamente diferentes, sus experiencias lidiando con la discriminación racial siguieron patrones similares.  Desde su infancia, fueron tratadas como extranjeras en sus propias sociedades, y según fueron creciendo, se dieron cuenta de que sus luchas personales reflejaban un sistema más amplio de exclusión racial.

«Yo era la única niña romaní en mi escuela de primaria.  Mis compañeros y compañeras me trataban de forma diferente, algunos de ellas me ponían nombres, otros me excluían,» explicó Bešić.  «Mis padres tuvieron que pelearse con los profesores para defenderme.  Pero en aquel entonces no comprendía lo que pasaba en su totalidad.»

A miles de kilómetros de distancia, Velásquez Nimatuj experimentó una realidad parecida.

«Fui a un colegio privado desde muy pequeña, y esta experiencia me enseñó que yo no podía encajar en ese mundo,» afirmó ella.  «Sentía esta realidad en cada actitud, desde en las personas que dirigían la institución hasta en el conjunto de estudiantes.»

Irma Velásquez Nimatuj, a K’iche’ Maya anti-racism advocate, author and professor from Guatemala

Irma Velásquez Nimatuj, defensora maya K’iche’ de la lucha contra el racismo, autora y profesora procedente de Guatemala. © Irma Velásquez Nimatuj

Para Bešić, el momento determinante llegó en la universidad.  A mediados de la década de 1990, la Open Society Foundation decidió ofrecer una beca a un estudiante romaní, pero su universidad no lograba encontrar un posible receptor de esta beca porque nunca se plantearon que una persona romaní pudiera encontrarse entre sus estudiantes.

«Se pasaron horas intentando preguntarme de forma indirecta si yo era romaní, como si fuera algo de lo que hubiera que avergonzarse.  Finalmente, me hicieron la pregunta directamente, y yo les contesté que sí,» añadió ella.  «En ese momento, me di cuenta de que mi identidad era algo que a ellos les parecía problemático.»

Sanela Bešić, a Roma anti-racism advocate in Bosnia and Herzegovina, Executive Director of the Kali Sarajevo Roma Information Centre.

Sanela Bešić, romaní defensora de la lucha contra el racismo en Bosnia y Herzegovina, Directora Ejecutiva del Kali Sarajevo Roma Information Centre. © Sanela Bešić

Velásquez Nimatuj, mientras tanto, comentó que ella había nacido y había padecido de primera mano la brutalidad del racismo en Guatemala, incluyendo el racismo procedente de las instituciones del Estado. 

“No olvidaré como muchos hombres y mujeres de mi edad eran detenidos y eran capturados por la policía solamente por llevar su traje, por no hablar el español”, explicó.

Sus experiencias reflejan patrones de discriminación estructural a nivel global.

«Estudios recientes llevados a cabo en Europa han identificado una tendencia de agravamiento del racismo dirigido contra personas afrodescendientes, además de una discriminación generalizada y que continúa presente contra las personas romaníes,» señaló el Jefe de Derechos Humanos de las Naciones Unidas Volker Türk. «La tasa de pobreza en los Pueblos Indígenas supera el 40 por ciento en bastantes países de América Latina.»

Luchando por un cambio

En lugar de aceptar sus realidades, ambas mujeres transformaron sus experiencias en una batalla permanente en defensa de la justicia racial.

Bešić centró sus esfuerzos en la reforma educativa y política que afecta a los niños y niñas romaníes, trabajando para garantizar que recibieran las mismas oportunidades que los demás niños.

«Detectamos que algunos directores de colegios no quieren matricular a niños romaníes y ponen para ello miles de excusas,» explicó ella. «También hubo peticiones procedentes de padres que se oponían a tener a niños romaníes en la misma clase que en la de sus hijos.»

Para Velásquez Nimatuj, la lucha contra la discriminación se tradujo en documentar la lucha que llevan a cabo las personas indígenas, al enfrentarse a estereotipos y reclamar justicia.  Siendo antropóloga y periodista, ella ha usado trabajos de investigación para exponer el racismo estructural. 

El racismo provoca una desigualdad estructural permanente, donde hay sistemas que permiten que algunos accedan a recursos a costa de otros.

Irma Velásquez Nimatuj, defensora maya K’iche’ de la lucha contra el racismo procedente de Guatemala

Ambas mujeres rechazaron, asimismo, que se las catalogara como `minorías´ en su propia tierra.

«Mientras se nos siga llamando `minorías nacionales´ y se nos siga excluyendo de los procesos de toma de decisiones, se nos considerará siempre como ciudadanos de segunda clase,» se quejó Bešić. «No obstante, también somos seres humanos, y merecemos recibir los mismos derechos.»

De igual manera, Velásquez Nimatuj criticó la forma en que la Constitución de Guatemala se refería a los pueblos Indígenas, la cual los situaba en una posición de personas que necesitaran de protección en lugar de ciudadanas en igualdad de derechos. 

“En Guatemala se desconoce que la categoría ‘Pueblo’ es una categoría eh vigente. La Constitución sigue viendo a los Pueblos Indígenas como comunidades que tiene que proteger, y bajo ese paternalismo Guatemala sigue funcionando y marginando”, denunció ella.

Las Naciones Unidas en la lucha contra el racismo

Derechos Humanos de las Naciones Unidas combate el racismo a través de la investigación, la promoción y el apoyo a políticas.  Ayuda a los Estados a cumplir con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos relacionadas con la discriminación racial, incluyendo mediante el apoyo a la aplicación de la ICERD.  Otra esfera clave de trabajo es el apoyo a los mecanismos de derechos humanos de lucha contra el racismo de las Naciones Unidas. 

Tanto Bešić como Velásquez Nimatuj han acudido a los mecanismos internacionales de derechos humanos para impulsar cambios.

«La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial representa uno de los instrumentos que usamos como argumento en nuestra labor de promoción; sin los instrumentos y mecanismos internacionales, nuestras leyes nos ignorarían de principio a fin,» afirmó Bešić. «No se puede tomar ninguna decisión que afecte a la población romaní sin contar con nosotros y nosotras.»

Velásquez Nimatuj destacó que, a pesar de su importancia, la ICERD está siendo actualmente atacada.

“Y hoy más que nunca, esta Convención debería de ser trabajada porque estamos observando cómo la institucionalidad creada para avanzar en la justicia racial está siendo tirada por los suelos”, declaró ella.

Hamood señaló que había llegado la hora de desmantelar las estructuras y sistemas que fueron diseñados por la esclavitud, el colonialismo y las sucesivas políticas y sistemas discriminatorios por razones de raza.

«La Convención es el principal instrumento internacional para eliminar el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia relacionada,» aseveró ella.  «Un paso fundamental para hacer realidad este objetivo supone contar con leyes y políticas integrales a nivel nacional que incluyan una definición clara de que es la discriminación racial en consonancia con el artículo 1 de la Convención.»

Türk subrayó la necesidad urgente de medidas colectivas.

«Debemos defender la justicia todos y todas juntos. Trabajando con las comunidades afectadas. Y haciendo frente a los prejuicios anclados en nuestras sociedades,» afirmó él.  «Los Estados deben atender a sus responsabilidades por los terribles legados del pasado y ayudar a superar cientos de años de discriminación, incluso a través de reparaciones.»

A la vez que el planeta celebra 60 años desde la creación de la Convención, la lucha contra el racismo está lejos de llegar a su fin.  Derechos Humanos de las Naciones Unidas mantiene su preocupación por las desigualdades persistentes.

«No debemos aceptar ningún retroceso en los avances ganados con tanto esfuerzo,» señaló Türk. «Nuestras sociedades han de desmantelar las estructuras de poder arraigadas y hacer frente a la supremacía del hombre blanco.»

Hamood explicó que este aniversario significa una oportunidad para que Estados, instituciones nacionales de derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil, empresas, organismos de las Naciones Unidas y personas por individual intensifiquen sus esfuerzos para defender los principios y obligaciones que contiene la Convención. 

Juntos y juntas, somos una fuerza de cambio. Debemos constituirnos en los arquitectos de un futuro en el cual la discriminación racial sea algo del pasado.

Volker Türk, Jefe de Derechos Humanos de las Naciones Unidas