Un proyecto que apoya y faculta a personas con discapacidades en Zimbabwe

Para Elsa Ravengai, la suma de su discapacidad y su género sexual la han hecho invisible a ella al igual que a otras personas.
«Tradicionalmente, las mujeres con alguna discapacidad son víctimas de estereotipos,» aseveró. «Han de enfrentarse a estigma, discriminación y exclusión. Las mujeres con discapacidades somos invisibles.»
Pero Ravengai, perteneciente a la Federación de Organizaciones de Personas con Discapacidad de Zimbabwe, afirmó que esta situación está cambiando. Durante los últimos seis años, el proyecto de la Asociación de las Naciones Unidas para los Derechos de las Personas con Discapacidad (UNPRPD, según sus siglas en inglés) ha reforzado la responsabilidad, gobernanza y coordinación en cuestión de derechos de las personas con discapacidad en Zimbabwe.
A través de asociaciones con distintos organismos de las Naciones Unidas, incluyendo Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la DPNU, junto con el Gobierno y ONGs locales que defienden a las personas con discapacidad, el proyecto aspira a facilitar una mejor comprensión y localización de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Ha llevado a cabo su labor a través de una variedad de programas incluyendo la formación de personas con discapacidad para poder defender mejor sus derechos, así como ofreciendo asesoramiento sobre distintas vías diseñadas para mejorar las políticas con el fin de beneficiar en mayor grado a personas con alguna discapacidad.

Primer plano de las manos de Elsa Ravengai mientras lee notas en braille. ©Kristy Teichert
Uno de los resultados de este proyecto ha supuesto que el Gobierno de Zimbabwe publique un proyecto de ley destinado a proteger a personas con discapacidades ante una posible futura discriminación.
Para Ravengai, esta formación ha supuesto que más mujeres con discapacidades en particular, sean tenidas en cuenta y formen parte de los procesos de toma de decisiones.
“Empecé a ver cómo personas con discapacidades empezaban a mostrarse más asertivas y sus opiniones comenzaban a escucharse más, gracias al aumento de la sensibilización sobre nuestros derechos,» aseguró ella.