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Declaraciones y discursos Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Alto Comisionado se dirige al grupo para la promoción de los derechos humanos a través del deporte y el ideal olímpico

Mesa redonda cuatrienial sobre la promoción de los derechos humanos a través del deporte y el ideal olímpico

01 julio 2024

Pronunciado por

Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

En

56ª Sesión del Consejo de Derechos Humanos

Distinguidos y distinguidas participantes,

Gracias a Grecia y a los demás miembros del grupo básico por haber traído este asunto de tanta importancia al Consejo de Derechos Humanos.

Cada pocos años, los Juegos Olímpicos y los Juegos Paraolímpicos cautivan la imaginación de millones de personas de todo el planeta, jóvenes y no tan jóvenes.

Atletas de todos los países y disciplinas llevan a cabo un esfuerzo casi sobrehumano. Ellos y ellas hacen alarde de todo el espectro de las emociones, desde la euforia hasta la desesperación. Contemplamos demostraciones de determinación, valor, y resistencia.

Estoy encantado de compartir el podio hoy con dos atletas tan destacados como son Najla Imad y Yiech Pur Biel.

Los Juegos suelen desarrollarse en un contexto de tensiones y conflictos geopolíticos.  Este año no va a ser menos.

Desde 1993, inspirados por la antigua tradición griega del  ekecheiria, las Naciones Unidas han apelado a sus Estados Miembros a mantener una Tregua Olímpica desde el séptimo día previo a la apertura hasta el séptimo día posterior a la clausura de cada Olimpiada.

Esta medida es acorde a una de las aspiraciones fundamentales del Movimiento Olímpico: ayudar a difundir una cultura de paz.

Los deportes, como ocurre con los derechos humanos, son un lenguaje común de la humanidad.

En esencia, ambos defienden también la justicia, el respeto, así como la igualdad de oportunidades para todos y todas.

Ambos tienen un poder transformador, poder para impulsar cambios sociales, para inspirar y defender la inclusión.

El alcance que tienen estos mega eventos deportivos, como el Mundial FIFA y los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos, es de una gran magnitud. Consiguen conectar a personas de todos los rincones del mundo.  Desafían los estereotipos y celebran lo extraordinario que es el espíritu humano.

El mundo del deporte no es inmune a los desafíos que se ciernen sobre los derechos humanos, y que prevalecen incluso cuando se organizan megaeventos. Además, algunas cuestiones preocupantes adquieren mayor visibilidad que otras.

Incidentes racistas o sexistas.  Insultos. Violencia contra las mujeres. Corrupción.

Discriminación por razones religiosas o atuendo religioso, discapacidad, nacionalidad, u orientación sexual e identidad de género.

Las mujeres transgénero e intersexuales han de enfrentarse a menudo a una discriminación que continúa produciéndose, con pocas oportunidades para acceder a reparaciones adecuadas y a rendición de cuentas.

Colegas,

Frente a este panorama, se han producido algunos avances importantes.

Algunas empresas relacionadas con el mundo de los deportes están ajustando sus prácticas con los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Con mayor frecuencia cada vez se incorporan políticas de derechos humanos y mecanismos de reclamación a acontecimientos deportivos de enorme repercusión.  Hemos sido testigos también de algunas medidas contra el racismo que no tenían precedente alguno, como la condena en España a aficionados al fútbol por sus insultos racistas al jugador Vinicius Jr.

No obstante, aún tenemos un largo camino por delante para garantizar el pleno respeto por los derechos humanos y la inclusividad en el deporte.

Los Estados tienen la principal responsabilidad de hacer frente de manera generalizada y proactiva a todas estas cuestiones, de asegurar acceso a reparaciones, y de prevenir violaciones adicionales.

Esto incluye tolerancia cero contra el racismo y toda forma de discriminación en el deporte, incluyendo el antisemitismo y la islamofobia.

Así como comprometerse con integrar políticas y programas de inclusión de género que apoyen el dar más poder a las mujeres.

También supone proteger a aquellos y aquellas que sacan a la luz algunos aspectos oscuros del deporte.

Hemos visto cómo los atletas expresan sus opiniones con mayor frecuencia cada vez, bien porque han sido ellos y ellas mismos víctimas de violaciones, o con el fin de denunciar cuestiones e injusticias más sistémicas.

Esto requiere de una gran valentía y por ello hemos de celebrarlo.

Cuando los atletas usan su voz para promocionar la igualdad en el deporte, se convierten de hecho en defensores y defensoras de derechos humanos.

Muy a menudo alzan su voz con gran riesgo para ellos mismos y sus carreras, en un contexto que no siempre ha estado abierto a las críticas desde dentro. Porque al igual que ocurre en otras áreas, las dinámicas de poder siguen ejerciendo su extensa influencia en el mundo de los deportes, por lo que se necesitan impulsos más decisivos para desmantelarlas.

Es necesario apoyar y proteger a estos atletas, de la misma manera que prestamos nuestro apoyo a todos los defensores y defensoras de derechos humanos, asegurando que cuentan con plataformas donde expresarse y buscar reparaciones, en un entorno seguro y sin miedo a represalias.

Mi Oficina es un aliado firme en este viaje, teniendo a los derechos humanos como nuestra guía. Una reciente colaboración con la World Players Association ayudó a dar mayor capacidad a los atletas a usar los mecanismos de derechos humanos para luchar por sus derechos.

Entablar asociaciones en esta área es un factor vital.

Colegas,

Les invito a colaborar con mi Oficina en la ejecución de la resolución 54/25 del Consejo de Derechos Humanos para la consecución de un mundo del deporte libre de racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancia relacionada. Ofreceré una actualización oral durante el próximo 57º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos acerca de esta resolución.

Los debates como los que celebramos hoy aquí son esenciales para que esta cuestión siga ocupando un lugar destacado en la agenda.

Juntos, podemos ayudar a difundir la promesa de los derechos humanos y los deportes para mantener unida a nuestra familia humana y promover así una cultura de paz.

Gracias.

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