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Declaraciones y discursos Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

AC Türk: "El flujo ilícito de armas hacia Haití debe cesar"

28 marzo 2025

Clarens SIFFROY / AFP
© Clarens SIFFROY / AFP

Pronunciado por

Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

En

58º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos

Pronunciado parcialmente en francés

Sr. Presidente,

Excelencias,

La situación de los derechos humanos en Haití ha llegado a otro punto crítico.

La última vez que visité Haití, escuché a las comunidades pidiendo ayuda, agotadas y asustadas por años de violencia, inseguridad y precariedad insoportable.  En los dos años transcurridos desde entonces, la situación ha empeorado drásticamente.

Su petición debe ser escuchada.

Las bandas se están extendiendo por zonas donde antes no estaban presentes en Puerto Príncipe y sus alrededores, y se están apoderando de territorios e infraestructuras importantes. Las bandas se han unido para lanzar ataques coordinados, armados con armas potentes y, en algunos casos, superan en número y poder a las fuerzas de seguridad nacionales.

Las bandas están matando a ciudadanos de a pie, castigan de forma brutal a quienes rebaten sus normas o a quienes parecen colaborar con la policía o los grupos de autodefensa.

Tengo que detenerme en este punto un minuto, porque no estoy seguro de que la descripción habitual de la violencia de las bandas capte la magnitud del sufrimiento insoportable que se ha infligido al pueblo haitiano.

El informe que tienen ante ustedes detalla cómo el uso de armas de fuego procedentes del tráfico ilícito y diferentes formas de munición están alimentando un ciclo destructivo de violencia, que da lugar a graves violaciones y abusos de los derechos humanos.

Según los informes, se estima que en Haití circulan ilegalmente entre 270.000 y 500.000 armas de fuego, la mayoría en manos de bandas. Esas armas, cada vez más sofisticadas, no se fabrican en Haití, sino que llegan de otros lugares de forma constante.

La aplicación plena del embargo de armas dictado por el Consejo de Seguridad, así como la congelación específica de activos y la prohibición de viajes, son absolutamente fundamentales.

Durante el periodo del informe, entre el 1 de julio de 2024 y el 28 de febrero de 2025, 4.239 personas han muerto y 1.356 han resultado heridas. Nuestra Oficina estima que el [92] % de las víctimas se debe al uso de armas de fuego.

Se han documentado diversos asesinatos en masa. Por ejemplo, durante cinco días a principios de diciembre, al menos 207 personas fueron asesinadas por bandas que controlaban el barrio de Wharf Jérémie, en Cité Soleil.

La coalición de bandas Viv Ansanm y otras han destruido instituciones públicas, como escuelas, orfanatos, centros de salud y tribunales, han atacado a medios de comunicación y agentes humanitarios, y han saqueado comercios. La presencia extendida de armas resulta esencial en el uso que hacen de la violencia.

Las bandas utilizan cada vez más la violencia sexual, incluidas las violaciones colectivas y la explotación sexual, como herramienta para coaccionar a las comunidades y ejercer su dominio.  Bajo la amenaza de las armas, numerosas víctimas fueron atacadas en sus hogares, mientras que otras fueron secuestradas, violadas en espacios públicos o apresadas mientras se desplazaban en transporte público. Varias víctimas murieron tiroteadas tras ser violadas. Los servicios para las supervivientes siguen siendo extremadamente escasos. La Oficina también ha documentado el reclutamiento forzoso, la explotación y la trata de niños por parte de las bandas.

Mi Oficina ha documentado más de 700 secuestros. Todos fueron llevados a cabo por personas armadas. Los que intentaron resistirse al secuestro a menudo resultaban muertos a tiros.

Sr. Presidente,

Las bandas se encuentran aplicando su propia forma de gobernanza en las zonas bajo su dominio. Pese a los grandes esfuerzos de la Policía Nacional de Haití, los ataques de las bandas están poniendo en peligro el control del Estado sobre el territorio restante y su capacidad para recuperar territorios de las bandas.

Durante el periodo del informe, más de 2.000 personas murieron o resultaron heridas en operaciones policiales contra las bandas, lo que supone un aumento del 60 % en comparación con el semestre anterior. Casi un tercio de las víctimas mortales fueron alcanzadas cuando no participaban en actos de violencia, en ocasiones por balas perdidas mientras se encontraban en la calle o en sus casas.

Mi Oficina ha documentado al menos 219 casos de ejecuciones sumarias a manos de unidades especializadas de la policía durante el periodo del informe, lo que supone un aumento considerable respecto a los 33 casos registrados en 2023.

Los linchamientos de miembros de bandas por parte de grupos de autodefensa y multitudes enfurecidas espontáneas, a veces facilitados o presenciados por agentes de policía haitianos, han aumentado en los últimos meses, ya que la Policía Nacional de Haití y la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad están desbordadas y carecen de recursos.

Insto a los Estados a avanzar con rapidez en el despliegue de esta Misión. El ACNUDH está prestando asesoramiento a la misión, en relación con el desarrollo y puesta en práctica del mecanismo de control del cumplimiento de los derechos humanos solicitado por el Consejo de Seguridad.  

La corrupción sigue estando muy extendida en las instituciones del Estado, incluyendo el poder judicial y la policía, lo que impide su eficacia y la prestación de servicios fundamentales.

Y la impunidad de las violaciones de derechos humanos erosiona profundamente la confianza pública.

Sr. Presidente,

La situación humanitaria catastrófica se agrava.

Más de un millón de personas se han visto desplazadas en Haití, muchas de ellas en repetidas ocasiones, y 40.000 de las cuales se han visto obligadas a desplazarse en las últimas semanas. Uno de cada dos haitianos, 5,5 millones de personas, sufre inseguridad alimentaria aguda. Dos millones de personas se enfrentan a niveles de emergencia de hambre. Casi 6.000 desplazados viven en condiciones similares a la hambruna.

La repercusión para los niños y niñas es particularmente devastadora. Más de medio millón de niños se encuentran desplazados, un 50 % más que en septiembre de 2024. Casi uno de cada cuatro niños haitianos muestra retraso en el crecimiento debido a la malnutrición, lo que les afectará de por vida.

Solo la mitad de las instalaciones sanitarias están plenamente operativas en el área metropolitana de Puerto Príncipe, y el 31 % se han visto obligadas a cerrar por la inseguridad en el curso de los años.

En medio de todo esto, la transición política, que tantas esperanzas albergaba, pende de un hilo.

Sr. Presidente,

Esta catástrofe tiene solución. Puede resolverse mediante la voluntad política y el compromiso férreo de las autoridades y la comunidad internacional.

Es fundamental restablecer la seguridad y abordar las causas profundas de la crisis.

La corrupción y la impunidad han alimentado la crisis multidimensional actual y siguen avivando sus llamas. Las autoridades, con el apoyo de la comunidad internacional, deben erradicar con urgencia la corrupción dentro de las instituciones estatales.

Y como vemos en tantas crisis en todo el mundo, la impunidad envalentona a los autores de crímenes.

Es indispensable buscar vías significativas para la rendición de cuentas por violaciones y abusos de los derechos humanos. En este sentido, acojo con satisfacción la decisión reciente de las autoridades haitianas de crear dos unidades judiciales especializadas para hacer frente a graves violaciones y abusos de los derechos humanos, incluyendo los homicidios en masa y la violencia sexual, así como los delitos financieros.

Pero aún queda mucho por hacer para garantizar la rendición de cuentas y detener el ciclo de violencia absurda.

E insto una vez más a las autoridades nacionales a que se unan para hacer avanzar la transición política, en interés del pueblo haitiano.

Sr. Presidente,

El primer paso fundamental en este punto es detener el flujo ilícito de armas hacia el país.

Y de no tomarse medidas tenaces sobre los factores que perpetúan este caos, cualquier avance en seguridad o estabilidad será temporal.

Además, hago un llamamiento a todos y cada uno de ustedes, incluidos los medios de comunicación, para que pongan el foco de atención en esta crisis, de modo que el sufrimiento y la destrucción intolerables puedan terminar.

El pueblo haitiano no puede caer en el olvido.

Para leer el informe completo:  A/HRC/58/76: Situación de los derechos humanos en Haití - Informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos 

Para más información y solicitudes de medios de comunicación, póngase en contacto con:

Liz Throssell - + 41 22 917 9296 / [email protected] 
Thameen Al-Kheetan: +41 22 917 4232 / [email protected]

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