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Impunidad

“El día que deje de creer será el día en que dejaré de luchar”

21 octubre 2019

“Creo que la lucha contra la impunidad que se ha desarrollado en Guatemala ha sido importante”, afirma Erika Aifán, una experimentada jueza y activista judicial. “Nos ha permitido crecer como país. Si aceptamos que hemos cometido errores pero que estamos avanzando en el proceso, podremos construir un país auténticamente democrático, donde se fomenten la paz y el respeto a los derechos de los ciudadanos”.

Aifán ha ejercido de jueza en Guatemala durante 17 años y ha progresado en su carrera desde los peldaños inferiores de la judicatura hasta ocupar un cargo en los tribunales de mayor riesgo, que se ocupan especialmente de casos de corrupción y delito organizado. Su condición de jurista la ha convertido en una defensora natural de derechos humanos, asegura.   

“En tanto que jueza de un Estado democrático, tengo la máxima responsabilidad en la protección de las garantías constitucionales y las normas internacionales de derechos humanos”, dice Aifán. “Los derechos humanos son inherentes a la dignidad de la persona. Lo cierto es que, a lo largo de mi carrera, he visto lo mejor y lo peor del ser humano, pero mi [deber] es preservar la dignidad de todos”.

Un revés en la lucha contra la impunidad

Aifán indica que ha sido objeto de campañas de acoso e intimidación, tanto físicas como en Internet, sobre todo por su función de magistrada independiente en causas derivadas de las investigaciones de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y la Fiscalía General. La Comisión, que cuenta con el respaldo de las Naciones Unidas, comenzó su labor en 2007, a invitación del Estado guatemalteco, y colabora con la Fiscalía General en la lucha contra las redes delictivas afincadas en el país tras más de 30 años de guerra civil.

Pero las operaciones de la CICIG concluyeron el pasado 3 de septiembre, cuando el gobierno actual decidió que no renovaría su mandato. Aifán señaló que con la salida de la Comisión se ha recrudecido la reacción contra los jueces que presiden los procesos más notorios, derivados de sus investigaciones. 
“Los enemigos de la CICIG han tratado de inculpar a los jueces con denuncias espurias y mediante la incoación de procedimientos disciplinarios”, dijo la magistrada. “Al mismo tiempo, han lanzado una campaña de calumnias por medio de las redes sociales, a fin de suscitar comentarios de odio y discriminación contra los jueces independientes”.

Aumento de las represalias

Aifán explica que ha sido blanco de tácticas de intimidación permanentes y virulentas: acoso en las redes sociales, incluidos ataques misóginos, y ha recibido numerosas denuncias infundadas contra su competencia profesional y amenazas de muerte en múltiples ocasiones. De hecho, su puesto se considera tan vulnerable que Aifán ha recibido protección personal las 24 horas del día, a cargo de agentes armados, y su vivienda dispone de un perímetro de seguridad policial. Sin embargo, Aifán señaló que esta vigilancia no es suficiente en su caso, ya que la orden de protección no comprende una evaluación exhaustiva de la situación. Por ejemplo, la jueza pidió que se aplicaran también medidas de seguridad informática, ya que muchas de las amenazas y las intimidaciones que recibe proceden de Internet.     

“Siempre estoy preocupada por mi seguridad, sobre todo cuando estoy en Guatemala”, afirmó. “Me han seguido cuando salgo a la calle. Han publicado los detalles de los vuelos que voy a realizar y me han fotografiado mientras estaba en el extranjero”.

Los expertos de las Naciones Unidas consideran que Aifán es una de las juezas más expuestas y vulnerables de Guatemala. El Relator Especial sobre la independencia de magistrados y abogados y el Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, publicaron una carta que habían dirigido al Gobierno en julio pasado, en la que se alegaban los ataques, actos intimidatorios y represalias ejercidas contra Aifán y contra otro juez, Pablo Xitumul.

“Queremos expresar nuestra preocupación en lo tocante a la falta de garantías que aseguren la actuación independiente, tanto de los jueces en el plano individual como de la institución judicial en su conjunto”, los relatores afirman en su carta. “Esa fragilidad crea obstáculos en el acceso a la justicia, la verdad y la reparación, especialmente en casos de justicia de transición, lo que puede representar un grave retroceso en la lucha contra la impunidad”.

El Gobierno envío una carta en respuesta a la denuncia.

Prosigue la lucha contra las represalias

El Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Andrew Gilmour, que coordina los esfuerzos de la Organización en la lucha contra las represalias, declaró que en el caso de Aifán esas tácticas eran frustrantes.

“Sinceramente, yo instaría a que las personas tuvieran derecho a la denuncia judicial, tanto por razones de transparencia como por cumplir con la declaración sobre los defensores de derechos humanos”, afirmó.

Aifán dice que a pesar de los ataques contra su integridad, el acoso permanente en Internet y las amenazas de muerte, sigue realizando su trabajo de magistrada, defiende la justicia y pone de relieve las represalias. Y lo hace por una razón muy simple: quiere que Guatemala siga avanzando y se ponga fin a la impunidad de los autores de delitos graves.

“Lo que me motiva es saber que se puede progresar en materia de derechos humanos y que no tenemos que volver a reproducir prácticas del pasado”, asegura. “A pesar de todas las dificultades, Guatemala ha estado construyendo un sistema judicial mejor. Como país, es preciso que tengamos la voluntad institucional de avanzar en el fortalecimiento del sistema judicial. Creo que es posible. El día que deje de creer será el día en que dejaré de luchar”

Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista, la información y las opiniones expresadas en este artículo son las de las personas que aparecen en el texto y no reflejan necesariamente la política oficial o la posición de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Si desea información adicional sobre la lucha de Erika Aifán contra la corrupción, vea el vídeo que figura a continuación.