Personal de la ONU, entre ellos ocho colegas del ACNUDH, detenidos en Yemen
El ACNUDH pide su liberación inmediata.
17 mayo 2022
En México, era otro día cualquiera para Dan Jeremeel. Fue a su trabajo en una compañía de seguros y había planeado recoger a su hija de casa de un amigo después de trabajar. Más tarde esa noche, su idea era recoger a su madre en el aeropuerto.
Nunca apareció para hacer ninguna de las dos cosas, lo que era muy raro en él, según explica su hermana Grace Fernández. Conforme la noche fue llegando, la cruda realidad de que su hermano había desaparecido empezó a cobrar fuerza.
«Varios días después, una banda criminal fue vista con el coche de mi hermano,» explicó. «Era un grupo de seis personas, cuatro de las cuales eran soldados mexicanos que también solían trabajar para los narcotraficantes Zeta.»
Jeremeel permanece desaparecido sin rastro desde el 19 de diciembre de 2008.
Jeremeel es una de los 100.000 personas actualmente desaparecidas en México, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas en México. La cifra es posiblemente mucho mayor ya que muchas desapariciones no son denunciadas.
El Comité contra la Desaparición Forzada (CED) y el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias visitaron conjuntamente México para valorar la situación, así como para ofrecer recomendaciones a este Estado para prevenir y erradicar este flagelo.
Tras la visita del CED a México en 2021, el Comité publicó un informe, el cual reveló la enorme extensión que tiene el problema de las desapariciones en el país. La impunidad es una tendencia recurrente en México que se traduce en la falta de confianza de las víctimas en las instituciones lo que produce un número elevado de casos no denunciados, señala el informe.
En una declaración conjunta, miembros del CED y del Grupo de Trabajo expresaron su gran preocupación porque el número de personas desaparecidas en México continúe escalando «a pesar de todos los esfuerzos emprendidos por las víctimas, sus familiares, las organizaciones que los apoyan, así como por parte de algunas autoridades del Estado.»
El Gobierno de México ha realizado algunos avances en su lucha contra las desapariciones forzadas, que incluyen la aprobación de la Ley General de Desaparición Forzada además de la creación de comités de búsqueda en todos los estados mexicanos.
Fernández es solamente un ejemplo de los miles de familiares que se han movilizado para presionar a las autoridades del Estado a que actúen aprobando medidas. En 2019, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Michelle Bachelet visitó México para reunirse con las familias de los desaparecidos.
«Pude comprobar de primera mano la valentía que muestran las familias de las víctimas, quienes fueron actores clave a la hora de organizar y proponer soluciones, así como para lograr avances legales e institucionales hacia el reconocimiento de la magnitud de este problema en México,» declaró Bachelet.
Desde el primer momento de la desaparición de su hermano, Fernández y su familia, incluyendo a su madre, su hermano pequeño y la hija mayor de Jeremeel, han estado luchando y buscando que se haga justicia. Ellos han estado trabajando conjuntamente con otras familias de personas desaparecidas y las autoridades para diseñar, implementar y mejorar las leyes y protocolos para encontrar a personas desaparecidas, asi como para dar apoyo a las víctimas y sus familias.
Nosotros somos los que, desde el primer día, hemos estado buscando a Dan.
Grace Fernández, la hermana del desaparecido Dan Jeremeel
Lo que le da fuerza para continuar, explicó Fernández, es el amor que siente por su hermano y el apoyo que brinda a otras víctimas ofreciéndoles una voz y una oportunidad para reunir al menos a algunas de ellas con sus familias.
«Si México continúa manteniendo la impunidad como una de sus principales políticas públicas, será casi imposible cambiar la dinámica,» aseguró. «Se necesita voluntad política de cada uno de los actores implicados, de todas las autoridades.»
Sin importarle el coste que tiene para su vida, Fernández ha suscrito un compromiso de por vida de luchar por su hermano, y ahora también por otras víctimas de desapariciones forzadas. Su lucha tiene lugar cada día.
«Él es muy amable, un padre cariñoso, un hijo encantador y un hermano maravilloso,» afirmó.