Personal de la ONU, entre ellos ocho colegas del ACNUDH, detenidos en Yemen
El ACNUDH pide su liberación inmediata.
14 junio 2022
Conforme la pandemia entraba en su segundo año, la discriminación y las desigualdades aumentaron, estallaron conflictos y los países siguieron enfrentándose a las fatales y devastadoras consecuencias del cambio climático durante 2021, afirmó la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Michelle Bachelet, a la hora de presentar el Informe Anual sobre el trabajo realizado por su oficina.
«Esta conmoción global supuso un claro indicador del estado actual del mundo en 2021,» aseguró. «La pandemia de COVID-19 siguió propagándose rápidamente, con variantes nuevas y más peligrosas destruyendo vidas y medios de vida. Esta crisis sacó a la luz, y profundizó aun más, las desigualdades ya existentes.»
Mientras que la pandemia trajo consigo enormes conmociones y dificultades para los derechos humanos en todo el mundo, Derechos Humanos de las Naciones Unidas continuó con su defensa por dar prioridad a los derechos humanos en las respuestas y esfuerzos de recuperación.
La Oficina presionó a los Gobiernos para que reforzaran la protección social, la atención sanitaria y otros derechos económicos y sociales, lo que incluyó una especial atención a los grupos de personas vulnerables y marginadas. Para los grupos vulnerables, la Oficina proporcionó información sobre la COVID-19 a personas con discapacidades y comunidades minoritarias.
La Oficina incrementó sus esfuerzos de supervisión, información, seguimiento y defensa con el fin de hacer frente a los problemas de derechos humanos durante la crisis. Basándose en el éxito de las actividades de promoción en 2020 para prevenir la rápida propagación de la COVID-19 en los lugares de detención, en 2021 se les ofreció a 62.300 personas una puesta en libertad alternativa o una alternativa a la detención.
Derechos Humanos de las Naciones Unidas también trabajó para ofrecer información a tiempo y precisa sobre toma de decisiones y promoción dirigida a interesados principales. Por ejemplo, la Oficina se asoció con UNICEF y ONU-Mujeres para poner en práctica Evaluaciones Rápidas sobre Cuestiones de Género y COVID-19 con el objeto de medir el impacto de la pandemia en mujeres y niñas, como por ejemplo la distribución del trabajo de cuidados no remunerado, la educación, la discriminación y la violencia.
Algunas de las prioridades principales para Derechos Humanos de las Naciones Unidas en 2021 incluyeron la protección del derecho de acceso a información sobre la COVID-19 y sus repercusiones; la consolidación y mantenimiento de la paz; la lucha en defensa de los derechos humanos de aquellos afectados por conflictos; como acabar con el racismo sistémico y la discriminación racial; situar los derechos humanos como base para las políticas de adaptación y migración por el cambio climático; la defensa de los derechos de las mujeres y las niñas; además de la protección de la libertad de expresión en la esfera digital.
Conforme nuestro planeta continúa atravesando este período de conmoción y crisis de enorme magnitud, la inversión en la labor de derechos humanos será más vital que nunca.
A medida que el mundo siga atravesando este periodo de agitación y crisis masiva, la inversión en el trabajo de derechos humanos será aún más crucial.
Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Con el fin de dar apoyo a personas afectadas por violaciones de derechos humanos en conflictos, la Oficina continuó con su trabajo en análisis de riesgos, alerta temprana y rendición de cuentas a través de seis equipos de respuesta ante emergencia para dar respaldo a los Equipos de las Naciones Unidas en el País durante estos procesos.
Derechos Humanos de las Naciones Unidas continuó concienciando sobre la conexión existente entre los derechos humanos y el medioambiente, lo que condujo a la aprobación por el Consejo de Derechos Humanos de la primera resolución histórica que reconoce el derecho humano a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible.
En 2021, con el fin de atajar la desigualdad y la discriminación, Bachelet dirigió la atención hacia su informe en el cual lanzó un programa de cuatro puntos para un cambio transformador por la justicia y la igualdad raciales. En respuesta a su informe, el Consejo de Derechos Humanos creó un mecanismo internacional de expertos independientes para promocionar la justicia e igualdad raciales en la aplicación de la ley así como el Foro Permanente para los Afrodescendientes.
Como medida para sacar mayor partido a los datos, la Oficina dió formación a más de 3.000 personas de 145 países procedentes de oficinas de estadísticas, ministerios gubernamentales, ONGs, académicos y las Naciones Unidas, sobre recopilación de datos para 16 indicadores sobre 20 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Adicionalmente, Derechos Humanos de las Naciones Unidas organizó 83 actividades de construcción de capacidades por todo el mundo con más de 2.300 participantes con el fin de apoyar la integración de los derechos humanos en la agenda sobre el desarrollo. La Oficina también prestó asistencia técnica para apoyar la creación o refuerzo de 70 mecanismos nacionales para elaboración de informes y seguimiento.
En 2021, la Oficina recibió la mayor suma desde su creación de apoyo financiero de carácter voluntario, la cual ascendió a 227,7 millones de dólares americanos. No obstante, Bachelet destacó que el nivel actual de financiación sigue siendo insuficiente, en caso de que Derechos Humanos de las Naciones Unidas decidiera atender todas las necesidades de asistencia, tanto las solicitudes recibidas como las identificadas por la propia Oficina.
Los recursos necesarios para 2022 ascienden a 400,5 millones de dólares americanos, añadió. En la actualidad, aunque muchos Estados Miembros proporcionaron financiación adicional para dar apoyo a la labor de la Oficina en Ucrania, algunos de nuestros donantes principales anunciaron recortes importantes en el resto de la financiación que recibe la Oficina, los cuales podrían ascender a 25 millones de dólares americanos. Estos recortes en la financiación repercutirán sobre nuestro trabajo en las numerosas crisis en curso en todo el mundo y afectarán a nuestra capacidad para responder a las necesidades de los más vulnerables.
«Conforme nos encontramos en el medio de una crisis global, esta supone una oportunidad para que todos podamos mejorar, y para que usemos los derechos humanos como una herramienta para superar las dificultades a las que nos enfrentamos,» aseguró. «El legado que debemos dejar a las generaciones futuras es poder decir que no solamente escuchamos, sino que también tomamos medidas para procurar un cambio real y sostenido.»