Personal de la ONU, entre ellos ocho colegas del ACNUDH, detenidos en Yemen
El ACNUDH pide su liberación inmediata.
10 mayo 2024
En las primeras horas de una mañana fría de invierno en Bishkek, Kirguistán, a la vez que la mayor parte de la ciudad duerme, el único sonido que Aitunuk Zhoomart kyzy podía oír era el eco cadencioso del agua salpicando en la piscina. Ella acababa de empezar su entrenamiento de natación diario, sola y sin que el clima o su discapacidad visual pudieran desanimarla.
La determinación de Zhoomart kyzy la había llevado no solamente a convertirse en campeona paraolímpica en triatlón y en natación, sino que también la había ayudado a superar incontables barreras para poder participar de forma activa en actividades en el plano social.
Un momento crucial en la vida de Zhoomart kyzy supuso el asistir a la Escuela sobre Derechos Humanos y Promoción para Jóvenes con Discapacidades, la cual fue fundada en Bishkek por la Oficina Regional para Asia Central de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. La mayor parte del currículo de la Escuela es impartido por funcionarios de Derechos Humanos de las Naciones Unidas con el apoyo de expertos y expertas externos quienes adaptan sus ponencias para permitir a personas con discapacidades auditivas, visuales y físicas estudiar todas juntas.
Allí, ella aprendió sobre normas internacionales de derechos humanos e instrumentos de promoción para fomentar la inclusión y la accesibilidad en Kirguistán. Fue precisamente durante una de las sesiones en la escuela cuando Zhoomart kyzy comenzó su andadura en el campo de la promoción. Sucedió a raíz de un simple incidente con su banco.
«Estaba mostrando la aplicación de móvil que usa uno de los bancos en Kirguistán como ejemplo de un entorno hecho accesible durante una de las sesiones de formación de la escuela,» explicó. «Pero entonces, por razones técnicas que no estaban muy claras, fue en ese mismo momento que descubrí que el banco me había concedido un préstamo por error tres meses antes.»
Decidida a rectificar esta situación, Zhoomart kyzy se puso en contacto varias veces con el banco, y se fue dando cuenta gradualmente de las enormes dificultades a las que han de enfrentarse las personas con discapacidades a la hora de acceder a servicios bancarios. Un representante del banco reconoció que el sistema necesitaba de mejoras y, trabajando de forma conjunta con Zhoomart kyzy, el banco se convirtió en el primero en Kirguistán en redactar contratos para clientes en Braille, en instalar terminales de pago con teclados en Braille y con asistencia por voz, además de usar tabletas con asistencia por voz para poder interactuar con los clientes.
Más allá de poner en práctica todos estos cambios tangibles, Zhoomart kyzy también formó a empleados de banco para que pudieran interactuar de forma eficiente con personas con diferentes discapacidades.
Zhoomart kyzy subrayó que sus esfuerzos van más allá de los límites de los bancos, a la vez que quiso destacar las dificultades generalizadas a las que se han de enfrentar las personas con discapacidades en Kirguistán. Estas dificultades incluyen la necesidad de tener que encontrar ayuda para llevar a cabo tareas básicas como acceder a servicios públicos. Con más de 217.000 personas viviendo con discapacidades en Kirguistán, la labor de defensa de Zhoomart kyzy ha servido como catalizador para conseguir mayores cambios. A la vez que Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Asia Central continúa con sus iniciativas para garantizar la igualdad y mejorar los derechos de las personas con discapacidades, Zhoomart kyzy se ha convertido en un símbolo de esperanza, sirviendo de inspiración tanto para personas individuales como para instituciones para defender la inclusión y la accesibilidad.
Bayastan Abdykadyrov, alumno del programa de formación, conoce de primera mano los problemas que las personas con discapacidades han de enfrentar en el país cuando comprobó cómo la terminal de Osh del Aeropuerto Internacional de Manas carecía de un ambulift. Un ambulift es un vehículo que se usa en los aeropuertos para transportar con seguridad y dignidad a personas con movilidad reducida por parte de los servicios de asistencia especial o de movilidad. Cada vez que viajaba por el aeropuerto, empleados del aeropuerto tenían que elevarlo junto con su silla de ruedas hasta el avión. Esto le hacía sentirse inútil e inseguro a la vez.
Fue entonces que decidió presentar una demanda civil por discriminación, y tras numerosas apelaciones, consiguió ganar el caso y recibió una indemnización por daños tras la decisión del Tribunal Supremo de la República de Kirguistán en septiembre de 2023. Como resultado de ello, el aeropuerto adquirió un ambulift y llevó a cabo una reforma de sus aseos para poder adaptarlos a personas con discapacidades.
Abdykadyrov afirmó que la formación que había recibido le dio el valor para llevar a la ciudad a juicio, y que estaba encantado de poder ver que personas con discapacidades van a disfrutar a partir de ahora una experiencia mucho más fácil cuando viajen por la terminal de Osh en el aeropuerto.
"La idea de crear una escuela inclusiva nació de la necesidad de tener que reforzar la capacidad de los jóvenes con discapacidades de reconocer y reclamar sus derechos, y de convertirse en participantes activos en los procesos que puedan cambiar para mejor la situación de las personas con discapacidades," aseguró Matilda Bogner, Representante Regional de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para Asia Central. "Los resultados obtenidos en la escuela superaron todas nuestras expectativas, ya que los estudiantes que consiguieron licenciarse creyeron en sí mismos como agentes del cambio e iniciaron numerosas actividades diferentes en el campo de la accesibilidad, el acceso a la educación, la sensibilización, y el acceso a los procesos de toma de decisiones, entre otros. ¡Estamos muy orgullosos de nuestros graduados y graduadas!"