Voces de todo el mundo se unen en el primer Congreso Mundial sobre Desapariciones Forzadas
24 enero 2025

"Cuando llegué aquí, me reuní con otras personas, escuché sus historias, y eso me otorgó la fuerza necesaria para convertir la debilidad en fortaleza", relató Swastika Mali, asistenta jurídica nepalesa y activista de Advocacy Forum Nepal, cuyo padre desapareció hace más de 20 años. "Los países y los casos pueden ser diferentes, pero el dolor es el mismo. Este es un lugar donde podemos sanar y darnos cuenta de que no estamos solas".
Coorganizado en Ginebra (Suiza) por la Iniciativa de la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, el Comité contra la Desaparición Forzada (CED, según siglas en inglés), y el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias, el primer Congreso Mundial sobre Desapariciones Forzadas reunió a 720 participantes de más de 120 países y a 1.392 asistentes en línea.
El acto, que reunió principalmente a familiares de desaparecidos, proporcionó una plataforma para compartir experiencias, retos y buenas prácticas. También supuso un paso fundamental en la conformación de un camino colectivo hacia la justicia, la verdad, la reparación y la prevención de futuras desapariciones.
"Las familias de los desaparecidos se unieron y formaron un movimiento regional, una coalición mundial", explicó Olivier de Frouville, Presidente del Comité contra la Desaparición Forzada. "[Durante años] abogaron por el derecho, la adopción y luego la ratificación de la Convención".
De Frouville declaró que, casi 20 años después de la adopción de la Convención, el primer Congreso Mundial pretendía dar un nuevo impulso al movimiento mundial.
"Las desapariciones forzadas son una tragedia humana que deja atrapados a los desaparecidos y a sus familias en el miedo y la incertidumbre", afirmó la Alta Comisionada Adjunta para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, en su discurso inaugural.
Hizo hincapié en que la voz de las víctimas debe seguir ocupando un lugar central en todos los esfuerzos y prometió el apoyo de Naciones Unidas para garantizar la aplicación efectiva de acuerdos internacionales como la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.
"El mes pasado en Siria, el sufrimiento terrible causado por las desapariciones forzadas atrajo la atención del mundo cuando miles de detenidos, cuya suerte o paradero se desconocían, fueron liberados de las cárceles", aclaró Al-Nashif.
Sin embargo, el paradero de más de 100.000 personas sigue sin determinarse, añadió.
“No saber lo que le ha sucedido a un familiar desaparecido supone una carga intolerable para los que quedan atrás", afirmó Jens Modvig, Presidente del Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura, que lleva más de 40 años prestando asistencia médica, psicológica, jurídica y humanitaria fundamental a los supervivientes de tortura, incluidas las víctimas de desaparición forzada y sus familiares, en más de 140 países.
Modvig destacó la interconexión entre las desapariciones forzadas y la tortura, al mismo tiempo que señaló que las personas desaparecidas a menudo son víctimas de tortura, pero también los familiares de los desaparecidos forzadamente pueden considerarse víctimas principales de tortura.
La organización de Mali es beneficiaria del Fondo desde 2014. Mali ha sido testigo de primera mano de la forma en que el Fondo ayuda a las personas, ya que su propia familia fue beneficiaria de su apoyo mientras resolvía la crisis que supuso la desaparición de su padre.
Mujeres que lideran la lucha por la justicia
Edita Burgos lleva 17 años buscando a su hijo, desaparecido forzosamente en Filipinas. De carácter tímido y maestra de una escuela pública antes de la tragedia, su vida cambió cuando desapareció su hijo.
"No iban a conseguir que me quedara callada", aseguró en el acto celebrado en Ginebra. Entró en escena al convertirse en portavoz de las familias de los desaparecidos.
"Hemos sufrido mucho cuando estábamos aislados. Tenemos que trabajar con organizaciones de derechos humanos y de mujeres, con otras familias de desaparecidos y con nuestras comunidades. Juntos, podemos encontrar la fuerza para buscar a nuestros seres queridos", afirmó.
Nassera Dutour, defensora argelina de derechos humanos que también asistió al acto, ha recorrido un camino similar. Desde que su hijo Amine desapareció forzosamente en 1997, ha dedicado su vida a la lucha por la justicia, convirtiéndose en portavoz del colectivo de familias de desaparecidos en Argelia, también apoyado por el Fondo de las Naciones Unidas, y que ha colaborado estrechamente durante décadas con el Grupo de Trabajo y el Comité contra la Desaparición Forzada.
"Me levanto cada día por los desaparecidos", afirmó Dutour. Su defensa viene impulsada por el deseo de evitar que otros sufran el mismo dolor. "No quiero que otras madres vean sus vidas totalmente destruidas como la mía".
Dutour quiso subrayar la importancia que tiene que los Estados mantengan sus promesas de respetar sus compromisos en materia de derechos humanos.
Para Isatou Ayeshah Jammeh, procedente de Gambia, el saber la verdad sobre un ser querido desaparecido es algo crucial.
"La desaparición forzada es una violación que conlleva mucho dolor," afirmó Jammeh en el evento. "Por eso, es importante que las víctimas conozcan de verdad lo que les ocurrió a sus seres queridos."
El padre de Jammeh fue víctima de desaparición forzada en 2005. Aunque en un principio su familia se mantuvo callada al respecto, en el año 2017 empezaron a hablar sobre el tema. Después de que cayera la dictadura, una comisión nacional sobre la verdad reveló cual había sido la suerte de su padre, lo que les ofreció la posibilidad de cerrar una parte de sus vidas.
"Al menos supimos la verdad," comentó aliviada Jammeh. "Nos sentimos liberados de la carga que suponía seguir buscando, para poder centrarnos en exigir justicia y concienciar sobre las desapariciones forzadas en nuestro país."
Durante todo el Congreso, se destacó el papel fundamental que juegan las mujeres en la lucha contra las desapariciones forzadas.
Nashif resaltó que se suele dejar a las mujeres para que sean ellas las que lideren la búsqueda de verdad y justicia en su papel como esposas, madres, y hermanas, a pesar de las dificultades sistémicas a las que se tienen que enfrentar.

Ilustración de dos manos. © International Convention against Enforced Disappearances Initiative / Caroline Amar
Mecanismos de las Naciones Unidas en favor de las personas
Las Naciones Unidas cuentan con dos mecanismos para combatir las desapariciones forzadas: El Comité contra la Desaparición Forzada (CED, según sus siglas en inglés) supervisa la aplicación de la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, mientras que el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias supervisa el cumplimiento con la Declaración de las Naciones Unidas sobre la Protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas
“Las medidas urgentes [adoptadas por el CED] han demostrado funcionar como un instrumento de ayuda humanitaria," aseguró Juan Carlos Gutiérrez Contreras, director general de Idheas, una ONG mexicana de derechos humanos especializada en litigios estratégicos. "Conforme al artículo 30 de esta Convención, estas acciones han contribuido de forma directa a localizar a más de 450 personas desaparecidas en todo el mundo."
Gutiérrez Contreras y sus colegas en México han conseguido también una victoria legal pionera en el país. Gracias a una labor de defensa persistente, ellos aseguraron una sentencia de la Suprema Corte de Justicia que sostiene que las decisiones adoptadas por el CED son vinculantes y de obligado cumplimiento en México, lo que representa un paso vital en la lucha contra la impunidad.
La visita hecha por el CED a México en 2021 dio pie a varios avances clave en materia de capacidades forenses. Maximilian Murck, coordinador del proyecto de identificación de seres humanos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, según siglas en inglés) destacó que las recomendaciones del CED condujeron a poner en marcha una iniciativa fundamental para afianzar la capacidad forense, lo que sirvió para corregir una importante deficiencia en la aplicación de la justicia en México.
"El CED subrayó la importancia que tienen las tecnologías de identificación de huellas dactilares, y como resultado directo de esta recomendación y a petición de y en colaboración con la Comisión Nacional de Búsqueda, sumado al apoyo prestado por el gobierno de Alemania y el de Noruega, el UNFPA puso en marcha un programa de identificación de personas a finales de 2022," explicó Murck.
Murck remarcó que el programa mejoró considerablemente la identificación de personas fallecidas desconocidas. En 2024, el número de servicios forenses estatales que cotejan huellas dactilares con la base de datos del Padrón Electoral aumentó de 3 a 24, y el número de coincidencias se incrementó de los 800 en 2020 hasta los más de 6.000.
A la vez que ha habido varias mejoras en distintos países, sin una rendición de cuentas adecuada, esta violación grave de derechos humanos persistirá, lo que permite a los autores actuar sin miedo alguno a las consecuencias.
"El hecho trágico que supone la impunidad generalizada por desapariciones forzadas significa que no existe un efecto disuasorio para la prevención de todos estos delitos," añadió Al-Nashif.
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Sabemos que los esfuerzos que provengan de la comunidad internacional pueden conllevar cambios de peso. Es por eso que animo a que todos nosotros y nosotras unamos nuestras fuerzas, compartamos nuestros conocimientos y lecciones aprendidas, y que reforcemos la cooperación y el compromiso político para hacer frente a este crimen tan horrendo.
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Nada Al-Nashif, Alta Comisionada Adjunta para los Derechos Humanos

Ilustración de manos formando un círculo interconectado, la cual formó parte de una exposición de ilustraciones que tuvo lugar durante el primer Congreso Mundial sobre Desapariciones Forzadas. © International Convention against Enforced Disappearances Initiative/Caroline Amar