Conozca a los jóvenes activistas que luchan contra los productos químicos y residuos peligrosos
09 mayo 2025

Sameh Zaky creció en las fértiles tierras cultivables del Delta del Nilo en Egipto, una región agrícola que viene a ser una de las zonas cultivables más antiguas de la Tierra, pero que actualmente está en proceso de desaparición debido al cambio climático, los residuos tóxicos y la contaminación.
"Sentía que tenía que contribuir a detener esta situación. Muchas de las personas que viven en el Delta van a perder sus trabajos y sus medios de vida si la zona acaba convirtiéndose en un desierto. Mi ciudad se ha convertido en un cementerio de residuos," afirmó Sameh, un estudiante de ingeniería química de 20 años y defensor de la justicia climática.
Sameh, quien puso en marcha una iniciativa para reciclar residuos y desarrollar energía renovable en su país, es uno de los miembros de la plataforma Chemicals and Waste Youth Platform, que hizo sonar la alarma en Ginebra esta semana alertando sobre las consecuencias de los productos químicos y los residuos para los derechos humanos y el medioambiente.
Desde Samoa hasta la India, pasando por los Estados Unidos y Mozambique, jóvenes de todo el mundo luchan por una gestión adecuada de los productos químicos y los residuos tóxicos, haciendo campaña por un planeta más saludable y por la justicia medioambiental, a la vez que intentando diseñar sus propias soluciones.
La exposición a sustancias peligrosas tales como los pesticidas, los metales pesados, los aditivos plásticos y los residuos radioactivos afecta de manera grave al bienestar de las personas además de vulnerar sus derechos humanos básicos, incluyendo el derecho a la vida, a la salud, a un medioambiente saludable, a agua, a alimentos, a una vivienda adecuada, además de a los derechos culturales.

“Los jóvenes pueden aportar un gran número de soluciones a la crisis climática." Miembros de la Chemicals and Waste Youth Platform, la cual recibe el respaldo de las Naciones Unidas © ACNUDH
El Dr. Marcos Orellana, Relator Especial sobre sustancias tóxicas y derechos humanos, declaró que la crisis tóxica global afecta a toda la población del planeta, pero que aquellos y aquellas que resultan más desproporcionadamente perjudicados son los niños y jóvenes.
Los riesgos son más pronunciados en el Sur Global, en donde la capacidad para gestionar productos químicos y residuos es a menudo muy limitada y además cuentan con una gran proporción de jóvenes en su población, indicó.
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El proceso de contaminación de nuestro planeta supone una amenaza existencial para la humanidad.
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Dr. Marcos Orellana, Relator Especial sobre sustancias tóxicas y derechos humanos
El reconocimiento al derecho a un medioambiente limpio, sano y sostenible por parte del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y de la Asamblea General de las Naciones Unidas ha movilizado a activistas jóvenes, quienes consideran este hecho un punto de inflexión en la manera de abordar una gestión adecuada de los productos químicos y residuos.
Los gobiernos y las empresas deben incluir a más jóvenes en los organismos de decisión y en las mesas de negociación, exigen los jóvenes.
Estas son sus opiniones:
“Las voces del activismo de base pueden conseguir cambios importantes”

“Si los humanos quedamos expuestos a materiales peligrosos, no tendremos acceso a una buena salud o a un entorno seguro.” © Sakshi M. Krishna
Sakshi M. Krishna ha sido testigo de cerca de los efectos perniciosos de los pesticidas.
Muchos agricultores en la India están optando por productos agroquímicos para aumentar el rendimiento de sus cosechas dado el aumento de las temperaturas y otros patrones relacionados con el cambio climático, pero a costa de poner en riesgo su propia salud y vidas.
"Los pesticidas son capaces de mejorar la productividad agrícola, pero terminan perjudicando a mi comunidad. Yo he visto de primera mano cómo el cambio climático afecta a las vidas de las personas y, como persona joven que soy, esta situación me lleva a vincular los desafíos globales con los derechos humanos y a trabajar en aras de conseguir un cambio justo y significativo,» aseguró.
Sakshi, de 26 años, señaló que es necesario hacer partícipes a las voces del activismo de base a la hora de encontrar soluciones justas a la crisis climática global. Por ejemplo: un mayor acceso a fertilizantes seguros para los agricultores o préstamos para el desarrollo dirigidos a impulsar el crecimiento local.
«No podemos hablar sobre biodiversidad y productos químicos sin abordar los derechos humanos y la justicia social: Todo está interconectado,» afirmó Sakshi, fundadora de «My Earth», una organización con liderazgo juvenil cuyo objetivo es capacitar a jóvenes para que puedan abogar por soluciones contra el cambio climático, la biodiversidad, la inclusión y los derechos civiles.
“Tenemos que contar con más científicos y científicas”

“Si los seres humanos están expuestos a materiales peligrosos, no tendrán acceso a una buena salud ni a un entorno seguro.” © Delfina Hlashwayo
Delfina Hlashwayo es una apasionada defensora de la salud pública y la ciencia.
Profesora e investigadora en biomedicina en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Eduardo Mondlane en Mozambique, Delfina trabaja también como activista global en favor de una mayor presencia de las mujeres en el campo de la investigación y de la participación juvenil.
«En Mozambique nos enfrentamos a un gran número de obstáculos en lo que respecta a los productos químicos y los residuos,» se lamentó la activista de 29 años.
Para Delfina, la ciencia desempeña una función vital a la hora de comprender y gestionar los materiales peligrosos, desde identificar sus propiedades hasta establecer métodos seguros de manipulación y eliminación con el fin de facilitar un planeta más saludable desde el punto de vista del medioambiente.
«Hemos llevado a cabo diferentes investigaciones sobre plantas que han resultado afectadas por productos químicos y sobre las consecuencias para la salud pública cuando las personas ingieren estas plantas. Hemos de atraer a la comunidad científica a los debates globales sobre residuos y el medioambiente,» animó ella.
“El Norte Global tiene parte de responsabilidad”

“Las voces de los jóvenes se están empezando a oír.” © Leonie Dietschi
«El Norte Global tiene parte de responsabilidad y se le debe exigir cuentas. Nosotros regulamos y prohibimos productos químicos y contaminantes, pero a la vez exportamos residuos al Sur Global,» admitió Leonie Dietschi, procedente de Zúrich, Suiza.
Leonie, de 24 años, está realizando un máster en globalización y desarrollo y su centro de interés es el Convenio de Basilea, el cual se creó con el objetivo de proteger a las personas y el medioambiente de los efectos negativos de una gestión inapropiada de residuos peligrosos en todo el planeta.
«La contaminación, de forma especial la producida por productos químicos y plásticos, está muy relacionada con los derechos humanos ya que las sustancias contaminantes terminan afectando a las comunidades más marginadas, entre las que se incluyen los Pueblos Indígenas,» señaló ella.
Leonie cree que la movilización sin precedentes de la población joven en torno al cambio climático, sumado al uso que hacen de las redes sociales, representa una oportunidad para exigir cuentas a los responsables de tomar las decisiones.
«Los jóvenes tienen la oportunidad de hacer llegar sus demandas a gobiernos y empresas. En el pasado solo podías escribir al periódico local, y no podías estar seguro de si alguien te iba a leer. Ahora, las voces de los jóvenes se están empezando a oír.»
“Tenemos que proteger nuestra hermosa isla”

“Seguimos hablando todo el tiempo del futuro, pero nuestro futuro es ahora.” © Marinda Imakulata Tagiilima Leiataua
«Para la población de Samoa, la tierra no es solo el suelo bajo nuestros pies. Nos sentimos conectados y conectadas con la tierra y el mar. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para protegerla y asegurarnos de que todas las personas permanecen sanas,» afirmó Marinda Imakulata Tagiilima Leiataua.
Siendo un pequeño país insular en el Océano Pacífico Sur, Samoa es extremadamente vulnerable a la contaminación y al cambio climático, lo que incluye la pérdida de biodiversidad tal como peces, corales, pájaros y especies terrestres.
Marinda, de 22 años, hace labor en defensa de los derechos fundamentales de su pueblo a vivir en un ambiente sano, a alimentos, así como a un medioambiente limpio y seguro.
«La mayor amenaza a la que nos enfrentamos en el Pacífico en lo que se refiere a contaminación son los pesticidas. Nuestras comunidades dependen de la agricultura, por lo que recibimos de forma constante un flujo importado de productos químicos y pesticidas,» explicó Marinda, quién educa a personas sobre cómo realizar una gestión adecuada de los residuos.
Los vertederos están causando asimismo un gran daño medioambiental y para la salud, ya que gran parte de la población isleña vive cerca de vertederos, en donde productos químicos acaban penetrando en el agua y el suelo, aseguró.
Para Marinda, los residuos peligrosos y la contaminación son un derivado de la desigualdad global, en donde el Sur Global se lleva la peor carga debido a una infraestructura de gestión de los residuos, financiación y educación que son todas deficientes.
“El mercurio está causando daños a nuestras mujeres y niños”

“Como miembros de una nación indígena, hemos de proteger nuestros derechos colectivos, nuestros territorios y nuestra salud.” © Anpo Jensen
Anpo Jensen tiene el compromiso de consolidar la soberanía de la población indígena combinando derechos reconocidos por tratados y la ciencia con el fin de proteger la forma de vida de su Nación Oglala Lakota.
La ingeniera medioambiental de 28 años lidera un equipo joven encargado de recoger muestras de agua y tierra en su territorio indígena regido por tratados, el cual abarca la Reserva de Pine Ridge en Dakota del Sur, Estados Unidos, en busca de mercurio y otros contaminantes.
«El mercurio tiene un impacto negativo real para las mujeres y los niños. Las mujeres en edad fértil lo transmiten a sus bebés que aun están por nacer. Del mismo modo, los niños y niñas se bañan y nadan en estas aguas,» advirtió Anpo, quién defiende la aportación de soluciones por los pueblos indígenas a la crisis global de salud y climática.
Aprender los efectos del mercurio ayudará a su comunidad a adoptar decisiones fundamentadas en materia de salud, aseguró ella. "Se trata de nuestro futuro, del futuro de nuestros hijos e hijas y el de nuestros bisnietos y bisnietas."
“La contaminación es un problema muy grave de derechos humanos”

“Cuando usamos la tecnología para prevenir daños, no estamos solamente solucionando problemas, estamos defendiendo los derechos humanos.” © Judy Aguilar
Judy Aguilar es una emprendedora en el sector tecnológico procedente de México y fundadora de @iColect, una plataforma que ayuda a las empresas a gestionar residuos tóxicos.
"México solamente gestiona de forma correcta el 30% de sus residuos tóxicos. El restante 70% supone un perjuicio para las personas, incluyendo a niños y jóvenes. Y no solamente afecta a su salud, sino también al medioambiente, al aire, al agua," afirmó.
Judy, de 33 años, cree que la tecnología y la innovación, junto con una mejor información y con campañas de sensibilización elaboradas por gobiernos, puede ayudar a que América Latina mejore sus deficiencias en materia de gestión de residuos.
"Nuestra región tiende a situar el crecimiento y las decisiones económicas por delante de la salud, pero la contaminación es un problema de derechos humanos. Es importante que las personas, en especial las más vulnerables, sepan lo que está ocurriendo en sus ecosistemas para que de ese modo puedan adoptar mejores decisiones sobre su salud."
“El plástico está afectando a nuestra salud”

«Está claro que el problema es cada vez peor.» © Sameh Zaky
"El Sur Global se enfrenta a un doble desafío: una demanda elevada de energía y una escalada en la contaminación de plásticos, a la vez que los países en desarrollo se esfuerzan por equilibrar el crecimiento industrial y la protección del medioambiente," indicó Sameh.
Sameh, quién trabaja como líder de innovación en el comité EGYouth4Climate National Committee, el cual recibe el apoyo del Ministerio de Medioambiente y Asuntos Exteriores de Egipto, comentó que la región necesita de más mecanismos de financiación con el fin de desarrollar infraestructura de vanguardia de gestión de residuos y reciclado.
"A los líderes de todo el mundo les gusta decir que los jóvenes son los líderes del mañana, pero si no solucionamos el problema de estos productos químicos y residuos que nos rodean, no habrá ningún mañana que podamos liderar."